¿Alguna vez te preguntaste por qué siempre es el 1% el que manda y el 99% el que obedece?
Mirá, todos sabemos que la Matrix está armada así. Un puñado de tipos arriba, y el resto abajo, aguantando.
Pero acá va una noticia más fuerte: aunque nos saquemos a esos parásitos, las proporciones van a seguir igual… a menos que nosotros cambiemos.
Y esto no es paranoia, ni filosofía de barra de café. Esto tiene nombre: la Ley de Price.
Sí, esta ley dice que en cualquier grupo, siempre va a ser un pequeño porcentaje el que haga la mayoría del trabajo, genere la mayoría de los recursos o mueva la aguja.
¿Por qué?
Porque hay gente que se compromete, se hace cargo, y mete laburo hasta llegar a la excelencia.
Y hay otra muchedumbre que prefiere quedarse en la mediocridad, aunque le digan que ya no está presa.
La mediocridad se expande como el meme malo: rápido, fácil y pegajoso.
Mientras que la excelencia avanza despacio, paso a paso, con esfuerzo y sin atajos.
Así que si querés vivir en libertad, tenés que empezar por adentro.
Porque recordá: lo que pasa afuera, es el reflejo de lo que tenés adentro.
Si tus creencias, tus pensamientos y tus acciones son los de un esclavo moderno…
Tu mente va a construir una cárcel, aunque estés viviendo en el paraíso.
Entonces, si querés cambiar el mundo…
Primero tenés que ganarte tu propia guerra interna.